Pararé en aquella gasolinera y te volveré a encontrar en los paquetes de chocolate que siempre hay a la izquierda. O en los peluches de llavero. Estarás por todas partes, como siempre. Y volverá esa estúpida teoría de la sanguijuela. Querer ser siempre lo que no eres, querer ser siempre como el otro es. Y por más diferentes que intentamos ser, siempre terminamos pareciéndonos. El almendro en flor del año pasado estaba esta mañana en el suelo, debajo de la excavadora. Me has dejado sin remordimientos.
7 comentarios:
Me encantaron éstas fotos. Aunque el texto no se queda atrás...
Fuerte y bello! (:
Hola! Llevo tiempo siguiéndote y me encanta todo lo que haces y aunque no soy de escribir demasiado en los blogs, esta ocasión lo merece. El otro día en la fiesta de presentación de la revista 4 de Finerats, estaba echando una ojeada a todas las ilustraciones y una de las últimas pensaba que eras tú, cuando voy a buscar tu nombre y no lo encuentro. Lo he buscado hoy y madremía. He alucinado de la plagiadora que tienes. Solo quería decirte que ánimo y que no sé cómo tiene el morro de calcar cada cosa que haces. Inspiración es una cosa y plagiar otra. Nada, un abrazo y a seguir haciendo las cosas tan bien. Como bien dice el refrán: el tiempo pone a todos en su lugar.
Saludos!
muy buenas fotos little :)
me mola los tonos que usas! :)
Enorme cabrón.
sanguijuela carlii..!
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