miércoles

LEONIE PURCHAS






(...)Seguramente andes con las tripas bocabajo observando el Pacífico de un azul cristalino. Yo me he vuelto a calentar un vaso con leche y pretendo dormir, pero no puedo. La sanguijuela empieza en el estómago y sube por el esófago quedándose ahí para estar un tiempo sin que puedas respirar, suspirando cada cierto tiempo. Poco a poco, se instala en el cerebro. Ya sabes esta historia. Tengo 24 y una caja nueva que huele a madera con 102 colores. Ya no se que más.(...)

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿De dónde es la cita? Me ha llamado mucho la atención : )

¡Un saludo!