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Ilustración para revista La Milk - Diciembre 2008

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Texto de Nuria Aguado

En la vida no es todo como parece, amigos, eso ya lo saben. Pero es que además hay éxitos que parecen una condena. Estos días tengo un problema. Uno mínimo, impersonal: pienso más de lo que debiera en Maradona. No como un mito sexual, tranquilos. Pero me preocupa que el Pelusa aceptara ser entrenador de la Selección argentina. Yo en su lugar no lo hubiera hecho. Quieras que no, le veo más pegas que virtudes. Primero: está el hecho de que el equipo nacional haga el ridículo.
¿Le perdonaran a Dios semejante fiasco? ¿Dirán que Dios, simplemente, "tenía otros planes"? Luego está el tema de aguantar la presión. La primera línea de fuego tiene mucho stress y yo soy anti-estrés. Realmente me preocupa que Maradona tenga una recaída. Creo que soy la única de mis amigos que le ha dado un voto de confianza al Pelusa en el tema de las drogas. Y eso después de verle con una chaqueta en la cabeza saliendo de un avión, que se veía a la legua que aún no había "aterrizado" O después de verle retozando en el suelo con una botella de ron cubano. Lo sentía adorable, era como un mini-hipopotamito tatuado.

Yo creo que aparentar ser un triunfador en la sociedad actual es arriesgado. La primera fila desgasta. Los demás esperan siempre que lo hagas fenómeno y nadie perdona que te saques un moco en el podio. Soy más de derrotas, nada te entrena más que un buen fiasco. Esa actitud me ha librado incontables veces de problemas psicóticos. Creo que prepararse para perder es un buen antídoto. Como decía Homer Simpson, filósofo de cabecera: "No podemos rendirnos ahora, si no, nunca sabremos cómo va a ser nuestro fracaso" Eso es un éxito, señoras y señores, no permitir que te hunda cualquier puñetazo en las napias. Y les diré más, el mundo está plagado de personas que se han ganado su aprecio precisamente por haberla cagado un buen puñado de veces. Miren por ejemplo a Fernando Alonso, ese ejemplo de asturiano engreído, que ha recuperado su humanidad gracias a tener un coche de pega este año. O Julio Salinas. Nadie se acuerda de los incontables partidos perdidos por la Selección española; hasta hace dos días, Salinas era el hijo que todos podíamos tener. Ése que falló un penalty aquel maldito sábado de 1994, hundiéndonos en la miseria. Bueno ése, y el que te avergüenza cada fin de semana en "Mira quién baila" Otro engendro de peor calidad humana. Tiene mérito mantenerse ahí. Vaya sí lo tiene. De hecho, la mayoría de nosotros estará siempre de esa otra parte. Admirar al triunfador, no tiene change.

Todo esto nos lleva al caso de Peter Buckley, que con ese nombre, estoy pensando en montar con él una fábrica de cervezas. Estos días se ha retirado el boxeador que más combates ha perdido en su historia. 256 derrotas, con un par. Llegó a subirse al ring con el ojo morado de la paliza anterior. Le obligaron a someterse a un montón de pruebas para determinar que tantos golpes no le habían dejado un callo en la sesera, pero él las superó todas. Buckley es un ídolo del público mundial, sí señor y deberían hacer un DVD interactivo para niños con su historia. Ese tipo tiene más que enseñarles que Pocoyo. Me enternece que se despida diciendo que el boxeo ha sido algo bueno para él (y para sus rivales, no te jode) Para decir eso hay que tener moral. Lo que se dice, un verdadero optimista. Así que he arrancado mi póster de Maradona del armario y lo he sustituido por uno del púgil británico. Y además, he vuelto a escuchar aquel disco "Enemigos de lo Ajeno" de El Último de la Fila. Esa canción donde dice "Soy un accidente, un error de medida" Voy a empezar 2009 como un mihura.

Bueno y ahora viene el final, que como todo el mundo sabe, es igual que un caramelito de arsénico. Al cierre de esta edición, Peter Buckley ha acabado su último combate de despedida con una victoria. No es coña. Frente a Matin Mohamed, en su ciudad natal, Birmingham. No ganaba desde 2003. Si fuera argentino, diríamos que fue el mejor en no bajar los brazos. Eso sí fue un desastre fantástico

5 comentarios:

Coco Capitan dijo...

Yo quiero una bici como la del post anterior.
¿Dóne la compro jolín?

Antonieta dijo...

Que entrada tan genial! Me encantan tus reflexiones pero asi en tono de humor...y lo de Maradona..fuertísimo vamos!
Un besito!

Superstition and Bohemia dijo...

¡me encanta tu trabajo!
un besitoo

Pisu dijo...

Muy bien Carla!

Te mando un beso desde París! ;)

Lara dijo...

buen dibujo, aunque te tengo que acceptar que me encanto el de las bicicletas, no pensaste en ponerla en una remera?